Moe la Ardilla y sus amigos Capitulo 7. 'En Busca del Ciervo Rojo – La revelación'

21.08.2025

Moe la Ardilla y sus amigosCapitulo 7

'En Busca del Ciervo Rojo – La revelación'

  • El bosque de Broceliande parecía contener la respiración. Los árboles se mecían suavemente, pero en el aire se sentía una tensión distinta, como si todo estuviera a punto de revelarse. Moe, con sus bigotes temblando ligeramente, avanzaba al frente de la comitiva, seguido Hipólito, Tito y Curioso - el resto de amigos del bosque quedaron atrás en su campamento como sabemos -
  • Una ligera vibración en el suelo – mientras caminaban – los mantenía nerviosos sin saber de qué se trataba, aunque todos lo notaba nadie decía nada hasta que Moe rompió el incómodo silencio:
  • Esta vibración es extraña lo han notado? – pregunto sin darle demasiada importancia –
  • No es para tanto – menciono curioso – debe ser Tito que está nervioso ¡y rieron! –
  • No te metas conmigo Zorro tu estas temblando más que Yo – le siguió el juego –
  • Hipo ¿qué es esta vibración? – insistió Moe –
  • Es mejor que el Ciervo te lo explique – se justificó mientras continuaba – lo que me preocupa no es la vibración no se ustedes pero hace buen rato siento ruido detrás de nosotros como si alguien nos estuviera siguiendo – advirtió –
  • También lo he notado – menciono curioso –
  • ¡Y recién lo dices! – Moe y Tito a coro increparon a curioso –
  • Bueno pues ustedes como yo también tienen buen oído o ¿no? – refunfuño –
  • ¡SHHHHHHHHH silencio allí está otra vez!!! – advirtió Hipo - escondámonoslo detrás del árbol –
  • Se amontonaron como pudieron mientras aguzaban sus oídos temerosos mientras el silencio se cernía estremeciéndolos aún más, las ramas secas en el suelo crujían, pisadas sigilosas las hacían crujir, bastante claro los estaban siguiendo ¿Quién podría ser? Se preguntaban mientras guardaban silencio ¿Cayetana la Víbora los había seguido? ¿Conocía sus planes? ¿Traería refuerzos contra ellos?, cada segundo era tenso e iba en aumento sus corazones palpitaban y retumbaban ¡pum,pum,pum….. y pum! Podían escuchar sus palpitaciones en sus oídos – hasta que los arbustos se abrieron con violencia apareciendo nada más ni nada menos que Nil y Betina – la pastor alemán – todos salieron enojados
  • ¿Qué hacen siguiéndonos! – exclamo Hipo enojadísimo - los hemos podido matar mientras hacía movimiento de karate con sus alas - ¿están locos?
  • ¡¡ Cálmense todos!! – intercedió Moe – porque no obedecieron ¿no se dan cuenta que es una misión peligrosa? ¿Qué diría tu Tía Nil y Tu Betina cómo pudiste?
  • Yo tuve la culpa Moe Betina nada mas no quiso dejarme solo – respondió Nil muy apenado – los seguimos porque pensamos que quizá podríamos ayudar
  • Pues ya lo hicieron ¿Qué vamos hacer? No podemos hacer que regresen es peligroso hemos avanzado demasiado se pueden extraviar – medio curioso guiñando un ojo a Betina y Nil –
  • No riegues Curioso – refunfuño enojado Hipo – El Ciervo se enojara conmigo
  • No hay nada que hacer ya están acá continuemos no podemos dejarlos atrás ¿no les parece? – afirmo Tito ya más tranquilo –
  • Es cierto – Dijo Moe – sigamos adelante pero no se separen, y esta vez cualquier cosa que adviertan hablen y no se queden callados - ¡Si Señor dijeron todos a una sola voz!
  • No se hagan los graciosos ¡Continuemos! –
  • Mientras avanzaban De pronto, un silencio solemne cayó sobre todos. Entre la espesura apareció un majestuoso ciervo rojo. Su mirada, profunda y antigua, irradiaba una sabiduría que ninguno de los presentes había visto jamás
  • He esperado este momento —dijo el ciervo con voz grave—. No solo está en juego la paz de este bosque de Broceliande, sino la vida de muchos más. El mal que nos amenaza no se limita aquí: se extiende hacia otros bosques, ríos y montañas… hasta las selvas del Perú, de donde viene Nil hasta su Amazonía, hasta todo el resto del planeta.
  • Los animales se miraron con asombro. Moe dio un paso adelante.
  • ¿Entonces… Cayetana no es el verdadero peligro? —preguntó.
  • El ciervo inclinó su cabeza. – con majestuosidad asintiendo -
  • Ella es una pieza, sí, pero detrás de sus engaños y artimañas está el daño de los humanos y sus empresas que olvidaron el valor de la naturaleza. La tala, la contaminación, la indiferencia. Eso es lo que destruye los hogares y deja a las generaciones sin futuro.
  • El pájaro carpintero Hipo, que había guardado silencio, extendió sus alas con solemnidad
  • El ciervo tiene razón —dijo—. Siempre lo he sabido, pero no todos estaban listos para escucharlo. La verdadera batalla no es solo contra la mentira de Cayetana, sino contra el olvido de los valores que deben guiar a todos los seres vivos.
  • Los amigos de Moe comenzaron a murmurar. Incluso algunos que antes habían desconfiado de él, como el zorro Curioso, se acercaron.
  • —Si queremos un futuro, debemos estar unidos —dijo Curioso con voz firme—. No importa lo que haya pasado entre nosotros y Cayetana. El bosque, nuestros hijos, nuestro mundo… merecen más.
  • Nil, con los ojos brillantes, apretó su mano sobre el lomo de Betina.
  • —Entonces debemos actuar, ¿verdad? No podemos quedarnos callados.
  • El ciervo rojo los rodeó con su mirada intensa, como si marcara a cada uno con una promesa.
  • Unidos tendrán la fuerza. Moe, Nil, pronto deberás salir de este bosque y llevar el mensaje a los humanos. La ciudad debe escuchar lo que aquí hemos comprendido.
  • En ese instante, una brisa fresca recorrió el claro, y del cielo comenzó a caer una lluvia suave. Las gotas golpeaban la tierra como un canto de renacimiento. Los árboles parecieron reverdecer y los animales alzaron sus voces en un murmullo de esperanza.
  • Moe levantó su rostro hacia la lluvia y respiró profundamente. Sabía que este no era el final, sino apenas el comienzo de una misión mucho más grande.
  • —No fallaremos —susurró con determinación.
  • El ciervo rojo alzó su cornamenta hacia el cielo y, con un gesto solemne, se internó en la espesura como si todo lo relatado lo consumiera dejándolo sin fuerza, cargando el peso del mundo en sus lomos. El eco de sus pasos resonó como un tambor antiguo, marcando el inicio de una nueva etapa.

· Todos comprendieron que el bosque no estaba solo en peligro. El mundo entero los necesitaba.

· Debemos llevar el mensaje a Cayetana y negociar una tregua o una paz definitiva, devolverle a sus pequeños puede ser una ofrenda de paz y todos juntos emprenderemos una misión que todo el mundo recordara por siempre el sacrificio del ciervo rojo no debe ser en vano, ¡Vamos de una vez Pronto, esto no puede tardar ni un minuto más ¡ - ordeno Moe con firmeza y partieron de regreso -

¿Podrán Moe y sus compañeros convencer a Cayetana y sus huestes? ¿entenderá Cayetana que esta sirviendo a un mal mayor que sus propios deseos? Todo lo veremos en el siguiente capítulo 'La Misión : El eco del Bosque en la Cuidad'  


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Agradecimiento:

Gracias a vosotros que siempre me acompañan en estas meditaciones existenciales que a veces puede servir como un febril desahogo y provocarnos a esperanza lo que la poesía o la prosa nos regalan para poder soñar lo que algún día ¿Quién sabe? podamos hacer realidad, haciéndonos felices a nosotros como a los demás; Grazie Mille ¡


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