Una Oportunidad de Vida – Ardiente Arena

19.03.2022

Una Oportunidad de Vida - Ardiente Arena

Con el Torso desnudo, la piel enrojecida por los rayos del sol quemándola, añejos recuerdos que el coraje niega a rebelarse, la sangre que corre por mis venas turbulenta se inflama más que el astro rey, me quema hasta la llaga agrandar, dos titanes en contra de un revolucionario combatiendo en la ardiente arena que los valientes temen enfrentar, su impredecible temperamento estalla cuando menos lo espero ,traicioneras reminiscencias engañan a la libertad, los puños al cielo buscando ser libre en un laberinto llameante, una encrucijada chispeante de voraz energía que encendida consume mi torso desnudo, ulcerado por fuera pero desgarrado por dentro, el que habita silente en su interior más subversivo que estos elementos juntos, no podría ser vencido si asi unidos vinieran a por Él, su poderosa fuerza se niega a claudicar cuando confabulan sus oponentes, su furibundo latido es capaz de opacar los rayos, deteniendo tormentas de ardiente arenas, aun asi algo lo contiene a no combatir como de costumbre, con vigor inagotable que asombre, constriña y atemorice a sus adversarios, aumenta el candente fuego de los rayos es abrasador a cada instante intentando doblegar ese temple que me caracterizo como el que no se detiene ante la espeluznante adversidad, ante el innoble y repugnante enemigo aun menos, a la repulsiva traición no le temo, algo que desconozco me debilita haciendo mi fuerza perder, mi cuerpo con el Torso desnudo se niega a claudicar, aun asi me espíritu se niega a reaccionar, de no hacerlo morir vergonzosamente seria sin luchar, mi alma a mi espíritu con aullidos de dolor avisos sobre tal imprudencia, bramidos profundos al viento que amenaza levantar vuelo sobre este organismo enrojecido, tratando de encender la sustancia que alimenta el ardor de su sangre recuperando el linaje de los valerosos templados a fuego, que la ardiente arena, ni la potentes radiaciones que la hieren lo doblegarían si el espíritu respondiera las yagas milagrosamente sanarían, con vestido de turquesa, blanco y oro ataviado, reconocería el fundamento de esa estirpe, sin quejido alguno, un poco más he de soportar esta travesía consciente; que ese día de redención y victoria, esta tan cerca, seguro de no morir sin verlo, como hoy puedo aunque aún la ardiente arena, los rayos del sol se regocijan por poco tiempo degustando mis carnes, mi espíritu está preparado y listo, a la espera con la armadura que tantas veces soporto batallas más grandes que esta, de desiertos mas inhóspitos, con enemigos mayores que estos, ¿Qué es la Vida sin una noble batalla donde el Honor y el Coraje nos prueba para conocer la calidad del Acero con que fuimos forjados? ; Venga Pues Espíritu Mío que es hora de enfrentar y no claudicar, que esa no es la sustancia con que fuimos engendrados; aunque con el torso descubierto es allí donde nuestra dignidad reposa, que la humildad nos heredó su estirpe Ella es la madre de los gigantes por siempre, no hay honra en las vitorias sin los valores y los códigos honorables que los impulsan, no hay yaga más profunda que la traición de esos valores, como tampoco el horror que provoca la traición de un ser humano hacia otro sin causa ni razón, dejando una profunda ulcera que nos contamina, que solo sana el perdón a aquellos que laceran nuestras almas aun mayor que las quema mi torso desnudo en mi piel enrojecida por los rayos de este férvido sol de ardientes arenas de dolor que me hacen cada día mejor ¡Sin llegar a ser perfecto solo mejor ¡ Vengan a Por mí Soles, arenas, o traiciones que preparado estoy para enfrentarlos, vencer pues los días que me queden serán los mejores que hayan visto mis oponentes, y en mis victorias ¡Claro que Si! Respeto por los caídos guardare, aunque no merecido lo tengan, no por ellos si no por los que me amaron y enseñaron y por mí mismo, para no avergonzarlos ni avergonzarme.

Agradecimiento:

Gracias a vosotros que siempre me acompañan en estas meditaciones existenciales que a veces puede servir como un febril desahogo y provocarnos a esperanza lo que la poesía o la prosa nos regalan para poder soñar lo que algún día ¿Quién sabe? podamos hacer realidad, haciéndonos felices a nosotros como a los demás; Grazie Mille.

Una Oportunidad de Vida – Ardiente Arena

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